El modelo desarrollado por David Berlo
en la década del sesenta tuvo como propósito fundamental identificar y analizar
en detalle los diversos factores implicados en dicho proceso, bajo el supuesto
de que ello permitirá aumentar la capacidad natural del hombre para enfrentar
sus problemas vitales. De esta forma, Berlo desarrolla un enfoque conductista
de la comunicación humana buscando establecer las bases del proceso ideal de
comunicación. Este proceso ideal se refiere a cómo debería realizarse la
comunicación para que esta sea realmente efectiva.
El concepto de comunicación
Según Berlo, el objetivo fundamental
de la comunicación es convertir al hombre en un agente efectivo que le permita
alterar la relación original que existe entre su organismo y su medio circundante.
El hombre se comunicaría, entonces, para influir y afectar intencionalmente en
los demás.
Como el propósito de toda comunicación
es producir una respuesta específica en los demás, es necesario que la persona
que se comunica utilice el mensaje apropiado para expresar dicho propósito. Si
conoce bien su propósito será capaz de lograr una comunicación, a la vez,
eficiente y efectiva. A pesar de que este propósito no es siempre consciente o
es olvidado, difícilmente se podrá dejar de comunicar.
Sin embargo, aun cuando el propósito
siempre exista, hay veces en que la comunicación fracasa en su intento de
afectar e influir en el otro. Básicamente, estos fracasos pueden deberse a dos
motivos: 1) al desconocimiento de los propósitos, o al hábito rutinario de comunicarse,
2) a la interpretación errónea de la respuesta que la persona quiere provocar.
Ahora bien, para que exista
comunicación no basta con tener el propósito de influir, sino que también es
necesario emitir un mensaje que sea recibido por el otro. Debemos distinguir
aquí entre receptores intencionales y no intencionales. Los receptores
intencionales son aquellas personas específicas sobre las cuales intenta
influir el comunicador. Los receptores no intencionales son todas aquellas
personas que son afectadas por el mensaje del comunicador, aún cuando no forman
parte del propósito original de éste. Son estos últimos receptores los
generadores de los "malos entendidos", pues son afectados por el
comunicador en forma distinta a la que pretendía. Para criticar, entonces, a un
comunicador es necesario tomar en cuenta su propósito y receptores
intencionales.
Puesto que toda conducta de
comunicación tiene por objeto producir una determinada respuesta en una persona
específica, no es posible separar el propósito y el auditorio. La manera en que
el comunicador afecta a otros indicaría si ha existido o no comunicación.
Cuando hay una incompatibilidad entre los propósitos de la fuente y del
receptor se interrumpe la comunicación.
En este contexto, es posible
distinguir dos tipos de propósitos tanto en la fuente como el receptor. Los
propósitos consumatorios son aquellos que se satisfacen con la sola
comunicación del mensaje, con el hecho de que éste sea recibido por el
receptor. Los propósitos instrumentales, en cambio, sólo se satisfacen después
de que la respuesta al mensaje ha sido utilizada para producir otras
respuestas.
Modelo del proceso de comunicación
El modelo de Berlo supone que la
comunicación constituye un proceso. Es decir, una estructura cuyos elementos se
interrelacionan en forma dinámica y mutuamente influyente. En el proceso de
comunicación no podemos identificar un principio o fin estable y constante a
través del tiempo, por lo cual el modelo desarrollado corresponde al proceso de
comunicación detenido arbitrariamente en un memento dado del tiempo.
En el proceso de comunicación podemos
distinguir los siguientes componentes:
Fuente
de comunicación: corresponde
a una persona o grupo de personas con un objetivo y una razón para comunicar.
Encodificador: corresponde al encargado de tomar
las ideas de la fuente y disponerlas en un código.
Mensaje: corresponde al propósito de la
fuente expresado de alguna forma.
Canal: corresponde al medio o portador del
mensaje, al conducto por donde se trasmite el mensaje.
Decodificador: corresponde a lo que traduce el
mensaje y le da una forma que sea utilizable por el receptor.
Receptor: corresponde a la persona o grupo de
personas ubicadas en el otro extremo del canal y que constituyen el objetivo de
la comunicación. Si no existe un receptor que responda al estimulo producido
por la fuente, la comunicación no ha ocurrido.
Estos conceptos son inherentes a todo
proceso de comunicación, ya sea que se trate de una conversación entre dos
personas, una conferencia, etc. El carácter particular y las relaciones que se
establezcan entre los diversos componentes dependerá del contexto en que la comunicación
tiene lugar. En la comunicación interpersonal suele coincidir tanto la fuente
con
el encodificador como el decodificador con el receptor.
Fidelidad de la comunicación
El concepto de fidelidad se relaciona
estrechamente con el concepto de ruido introducido por Shannon y Weaver en su
Teoría de la Información. La fidelidad se refiere al grado en que el
comunicador ha logrado afectar según su propósito al receptor. El ruido afecta
a la fidelidad en cuanto introduce distorsiones en el mensaje enviado. La
eliminación del ruido aumenta la fidelidad y, por lo tanto, la efectividad de
la comunicación dependerá de la medida en que se pueda aislar el ruido.
Existen ciertos factores en los
componentes de la comunicación que determinan la efectividad de esta:
FUENTE: en la fuente y encodificador se
distinguen cinco factores que influyen en la fidelidad.
1. Habilidades comunicativas: se refieren a la
capacidad analítica de la fuente para conocer sus propósitos y a su capacidad
para encodificar los mensajes que expresen su intención. Se destaca
particularmente el dominio del lenguaje, la habilidad verbal de la fuente para
hablar y escribir bien. Esto supone a la ves una adecuada capacidad para pensar
y reflexionar. La fidelidad de la comunicación aumentará en la medida que la
fuente posea las habilidades comunicativas necesarias para encodificar con
exactitud sus mensajes y expresar así sus propósitos.
2. Actitudes: la fidelidad de la comunicación se ve
afectada por tres tipos de actitudes que presenta la fuente: la actitud hacia
si mismo o autopercepción; la actitud hacia el tema que se trata o mensaje, y
la actitud hacia el receptor. Mientras más positivas y congruentes sean estas
actitudes mayor será la fidelidad, puesto que la fuente mostrará confianza en
sí misma y valorará su mensaje mientras que el receptor, al percibir una
actitud positiva por parte de la fuente hacia él, tenderá a aceptar el mensaje
enviado.
3. Conocimiento: se refiere al nivel de conocimiento
que posee la fuente tanto con respecto al tema de su mensaje como al proceso de
comunicación en sí mismo. El conocimiento acerca del proceso de comunicación
afectaría la conducta de comunicación, de manera tal, que a mayor nivel de
conocimiento, mayor será la fidelidad.
4. Sistema sociocultural: se refiere a la ubicación
de la fuente en un contexto social y cultural determinado. Esta posición
condicionará los roles que desempeña, sus expectativas, su prestigio, etc. Todo
ello incide en la forma en que la fuente se comunica. En términos generales, la
fidelidad de la comunicación será mayor si los contextos socioculturales de la
fuente y el receptor son similares.
RECEPTOR: Respecto del
decodificador-receptor, es necesario considerar que para lograr una
comunicación efectiva se debe reconocer al receptor como el eslabón más
importante del proceso de comunicación. No es posible hablar de comunicación si
el mensaje enviado por la fuente no llega al receptor. Las funciones de fuente
y receptor son complementarias e intercambiables. Aquel Individuo que en un
momento dado hace de receptor, se transforma en fuente, en el momento
siguiente. Por lo tanto, todas aquellas características de la fuente
mencionadas anteriormente se aplican también al receptor.
MENSAJE: Al analizar los factores del mensaje
que influyen en la fidelidad de la comunicación es necesario analizar el código
y el tratamiento que recibe el mensaje.
1. Código: se refiere a cualquier conjunto de
símbolos que pueden ser estructurados de manera que posean significado. Cada
vez que se intenta comunicar se debe decidir qué código emplear para enviar el
mensaje, seleccionar elementos particulares de este código y estructurarlos de
manera específica. El código al cual Berlo presta mayor atención es el lenguaje
hablado.
2. Contenido: se refiere al material del mensaje que
es seleccionado por la fuente para expresar su propósito. En este articulo, el
contenido del mensaje son todas las afirmaciones hechas, las conclusiones
derivadas, los comentarios, etc. La forma que elige la fuente para disponer las
afirmaciones de un mensaje constituye la estructura del contenido.
3. Tratamiento: se refiere al orden y estilo del
mensaje. Corresponde a las decisiones que toma la fuente al seleccionar y
estructurar el código y el contenido de una manera determinada. El tipo de
receptor es uno de los factores fundamentales que debe considerar la fuente en
el tratamiento que da a su mensaje. Al conocer la forma en que la fuente trata
el mensaje es posible hacer inferencias acerca de los propósitos y personalidad
de la fuente.
CANAL: Finalmente, es necesario considerar
las características del canal durante el proceso de comunicación. El canal es
definido como los sentidos a través de los cuales un decodificador receptor
puede percibir el mensaje transmitido por la fuente encodificadora. La función
del canal es permitir la comunicación al unir la fuente con el receptor. Todo
mensaje debe ser transmitido a través de un canal. La fidelidad de la
comunicación será mayor si se eligen los canales apropiados para el mensaje o
si éstos se combinan, como en el caso de los mensajes audiovisuales. Los
sistemas sensoriales forman parte tanto del receptor como del canal, por lo
cual podrían ser considerados canales o decodificadores.
Comunicación y aprendizaje
Berlo analiza el proceso de la
comunicación desde una perspectiva conductista analogándolo al modelo del
aprendizaje. Describe los diferentes componentes del proceso de aprendizaje y
sus respectivos componentes en la comunicación:
Componentes
del Aprendizaje
|
Componentes
de la Comunicación
|
Organismo
|
Canal
|
Estímulo
|
Mensaje
|
Percepción
|
Decodificador
|
Interpretación
del estímulo
|
Receptor/Fuente
|
Respuesta
manifiesta al estímulo
|
Encodificador
|
Consecuencia
de la respuesta
|
Retroalimentación
|
Al hablar de aprendizaje,
generalmente se comienza por la percepción del estímulo (decodificación del
mensaje). Al describir el proceso de comunicación, en cambio, se comienza por
las intenciones de la fuente (interpretación). Esto lleva, muchas veces, a pasar
por alto el hecho que al analizar el proceso de aprendizaje se está hablando de
comunicación.
Transfiriendo ciertos principios del
aprendizaje acerca del fortalecimiento del hábito, Berlo plantea que para que
la comunicación sea efectiva es necesario considerar lo siguiente:
La relación entre el mensaje y la
respuesta del receptor se fortalecerá mientras mayor sea la frecuencia con que
se presente el mensaje.
La fuente debe aislar su mensaje y
receptor de otras relaciones mensaje-receptor que compiten con la primera.
La relación entre el mensaje y la
respuesta del receptor se fortalecerá. mientras mayor sea la recompensa
recibida por el receptor como consecuencia de su respuesta.
La respuesta del receptor al mensaje
se verá fortalecida mientras más inmediata sea la recompensa.
La relación entre el mensaje y la
respuesta del receptor, se fortalecerá mientras menor sea la cantidad de
esfuerzo percibido como necesario por el receptor, para dar la respuesta.
Comunicación y recompensa
Según Berlo, la recompensa es el
elemento esencial de la efectividad de la comunicación. Las personas no
responden a menos que esperen que sus respuestas sean recompensadas. De esta
forma, para que la comunicación ocurra, es fundamental que el receptor este
interesado en la situación de comunicación. Como fuentes o receptores el
interés se reduce a satisfacer las necesidades y cumplir los propósitos.
La recompensa tiene que ser definida
en el contexto del receptor que está dando una respuesta. Algunas recompensas
son inmediatas y otras no, y lo que es recompensante para la fuente puede no
serlo para el receptor.
En toda situación de comunicación se
elige, codifica y trata el mensaje y se seleccionan los canales sobre la base
de la posible recompensa para el receptor. Su respuesta será compensatoria si
percibe que sus consecuencias son de su interés y aumentan su poder para
Influir.
Berlo sugiere que un deseo básico
del hombre es reducir la incertidumbre, imponer una estructura al mundo y
procurar que ésta sea consistente. La comunicación serviría a este deseo y la
reducción de incertidumbre seria uno de sus efectos recompensantes. La efectividad
de la comunicación puede ser incrementada aumentando la recompensa y
disminuyendo el esfuerzo requerido para la respuesta que se desea provocar en
el receptor.
Comunicación y retroalimentación
Comunicación y retroalimentación
Las consecuencias de la respuesta no
sólo actúan como recompensa para el receptor, sino también como una
retroalimentación para la fuente. La retroalimentación se refiere a la
re-entrada del mensaje modificado a la fuente. Es decir, cuando una fuente de comunicación
decodifica el mensaje que encodifica o el mensaje vuelve a ser colocado dentro
de su sistema, tenemos lo que se llama retroalimentación. Esto es lo que
sucede, por ejemplo, cuando las palabras pronunciadas a través de un micrófono
salen por los parlantes y vuelven a colarse en el micrófono produciéndose,
generalmente, cierta distorsión del sonido. Es por esto que en ciertos sistemas
de comunicación, como los amplificadores, la retroalimentación es evitada. En
el proceso de comunicación humana, en cambio, la retroalimentación constituye
un factor que ayuda a aumentar la fidelidad al transmitir los mensajes.
La retroalimentación permite a la
fuente verificar la comunicación al decodificar sus propios mensajes y
asegurarse de que ha encodificado de acuerdo a sus propósitos. En caso
contrario, puede corregirse enviando un mensaje más preciso.
La retroalimentación supone una
influencia mutua entre fuente y receptor, cada uno encodifica sus mensajes y
decodifica los mensajes del otro. Tomando como punto de referencia a la fuente.
la reacción del receptor permite que éste determine su propio éxito. La fuente
utiliza la reacción del receptor como verificación de su mensaje y como guía de
sus mensajes futuros.
La retroalimentación permite que la
fuente controle el tipo de mensaje que envía el receptor. Cuando la fuente
recibe retroalimentación que le indica que ha provocado la respuesta deseada en
el receptor y que ésta es recompensante para él, continúa produciendo el mismo
tipo de mensaje. Si la retroalimentación le indica que el mensaje enviado no ha
provocado el efecto esperado podrá, eventualmente, cambiar de mensaje.
Es posible distinguir las diferentes
situaciones de comunicación por la facilidad con que es obtenida la
retroalimentación.
En la comunicación de persona a
persona la retroalimentación es máxima. Básicamente, por la cercanía física de
la fuente y el receptor, y por la variedad de canales de comunicación
disponibles. En los medios de comunicación de masas (T.V., diario, radio, etc.)
en cambio, la probabilidad de obtener una retroalimentación inmediata es mucho
menor. Esto se traduce en que la fuente demore en cambiar sus mensajes.
La retroalimentación constituye uno
de los factores fundamentales en la efectividad del proceso de comunicación,
puesto que permite que la fuente, a partir de las respuestas del receptor,
controle y precise sus mensajes para lograr su propósito original.
Comunicación y expectativas
El proceso de comunicación humana no
sólo se reduce a una interdependencia física o de respuestas entre la fuente y
el receptor, sino que también implica un conjunto de predicciones, por ambas
partes, con respecto a la forma en que el otro habrá de responder al mensaje.
Todo comunicador tiene una imagen de su receptor, prevé posibles respuestas e
intenta predecirlas antes que ocurran. Los receptores, por su parte,
seleccionan los mensajes de acuerdo a la imagen que se han formado de la fuente
y a sus expectativas en relación al tipo de mensajes que esta emitirá.
Cuando las personas desarrollan
expectativas y hacen predicciones se está suponiendo que poseen empatía o la
capacidad de proyectarse en la personalidad de otros. La empatía permite al
hombre anticipar o conjeturar con respecto a las relaciones entre ciertas
conductas propias, conductas subsiguientes en otras personas y conductas
subsiguientes propias.
Según Berlo, la capacidad empática
se desarrolla a partir del desempeño de roles. Durante su desarrollo el niño
desempeña los roles de otro sin interpretarlo; luego los comienza a comprender
para después situarse simbólicamente en el lugar del otro; finalmente, los
generaliza y asume estos roles abstractos como concepto de sí mismo. Al suponer
que los demás son iguales a él comienza a hacer inferencias sobre sus estados
internos a partir de sus respuestas a sus mensajes.
Para Berlo, la interacción empática
es el ideal de la comunicación, es el fin hacia donde tiende la comunicación
humana. Cuando dos personas interactúan para comunicarse, tratan de situarse en
el lugar del otro, de percibir el mundo en la misma forma que lo hace el otro,
de prever la manera en que se comportará el otro. La comunicación tiene como
objeto la interacción, el asumir recíprocamente el rol del otro, el obtener una
perfecta combinación de sí mismo y el otro. A medida que la interacción crece,
las expectativas se tornan perfectamente interdependientes y se busca
anticipar, predecir y comportarse de acuerdo a las necesidades mutuas.
Comunicación y Sistema social
La empatía constituye un factor
importante en la efectividad de la comunicación; sin embargo, cuando la
situación de comunicación presenta ciertas características, como ser poca
interacción previa, falta de motivación personal, aumento del tamaño grupal,
etc., el conocimiento de la composición y mecanismos del sistema social serán
de utilidad para hacer predicciones sobre la forma en que los miembros de dicho
sistema social habrán de comunicarse entre sí.
Los sistemas sociales se generan a
partir de un proceso de comunicación en que los hombres coordinan sus
comportamientos para lograr sus propósitos. La posibilidad de comunicación
aumenta, entonces, la probabilidad de desarrollo social.
Una vez formado el sistema social,
éste determina el proceso de comunicación entre sus miembros. Afecta el cómo,
por qué, para quien y con que efectos se produce la comunicación. Este es un
proceso interdependiente, en el cual, la comunicación va afectando al sistema
social y éste, a su vez, afecta la comunicación.
El sistema social proporciona
herramientas para mejorar la efectividad de la comunicación. El conocimiento
del sistema social en que se inscribe una situación de comunicación
determinada, permite hacer predicciones acertadas sobre el otro, basándose sólo
en los roles que desempeña en dicho sistema. No es necesario un gran nivel de
interacción, conocimiento o empatía con el otro. Su posición dentro del sistema
social permite anticipar sus habilidades comunicativas, conocimientos y
actitudes, y, por lo tanto, predecir su respuesta a un mensaje determinado.
Comunicación y problemas de
predicción
El proceso de comunicación se ve
dificultado cuando existen ambigüedades o conflictos entre las expectativas de
la fuente y el receptor. La predicción de una conducta, de acuerdo al rol de la
persona, supone una coherencia entre las características prescriptivas
("debe"), descriptivas y de expectativas de dicho rol. Cuando éstas
difieren entre sí la comunicación se ve interrumpida.
Siempre que se inicia una
comunicación es necesario tener en cuenta los propósitos propios y los de
quienes se hallan en el sistema. La ambigüedad o rigidez en la autoridad que
acompaña a cada rol afecta la fidelidad de la comunicación.
Finalmente, el posible receptor en
una situación de comunicación pertenece a diferentes grupos dentro del sistema
social que le sirven como referencia para el desempeño de su rol. En este
sentido, la fuente tendrá problemas al predecir la respuesta a su mensaje,
puesto que no sabe cuál será el conjunto de normas y valores que prevalecerá en
el receptor al emitir su respuesta. Asimismo, el receptor tendrá problemas para
emitir una respuesta inmediata si las normas de sus diferentes grupos de
referencia entran en conflicto o son ambiguas. Todo esto afecta la efectividad
de la comunicación, cuando las predicciones se hacen sobre la base de los roles
dentro de un sistema social mayor.
Bibliografia
1. Modelo de Comunicación de David
Berlo. Trabajo en PDF. http://docencia.udea.edu.co/edufisica/motricidadycontextos/modelos.pdf. Profesor Ernesto Cesar Galeano.
http://es.scribd.com/doc/30705951/David-Berlo
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